

Hola este es mi debut blogueando, aprovecho para contar un poco sobre mi viaje a los siete lagos y alrededores.
En algun momento de diciembre del 2006 decidí que en mis vacaciones iba a visitar los siete lagos en la provincia de Neuquén, mi hospedaje seria en los campings que encontrara en el camino y como no tenía compañero/a para hacer el viaje me llevaría la bici que en ese momento estaba olvidada en el balcón del departamento donde vivo.
No tenia ni idea de los lugares por donde andaria, y tampoco que era lo que iba a necesitar, como no soy un ciclista entrenado (a la bici la tengo de cuando iba a trabajar en ella) recurri a internet para averiguar un poco....y encontré de todo, desde fanáticos que decian que si no pedaleas 80 km diarios tres veces por semana, como entrenamiento, mejor ni intentarlo, hasta los que dicen que con el triciclo de tu sobrinito y marcha atrás lo podés hacer.
Lo que me quedó claro era que iba a tener que recorrer 110 Km, por la ruta 134, mitad del camino de asfalto y mitad de ripio, que iba a pasar cerca de varios lagos, (nunca me daba siete la cuenta cuando los sumaba), que el lugar de partida seria San Martin de los Andes y el de llegada Villa la angostura.
Dónde iba a acampar, como era la pendiente de las subidas (es camino de montaña, eso me preocupaba), y cuanto tiempo iba a tardar en hacer el recorrido no lo tenia claro.
Asi que un poco asustado pero decidido cargue la bici en un micro y el 10 de febrero de 2007 me fui para San Martin de los Andes.
En San Martin hice algunas caminatas por la montaña que estuvieron buenas, y el martes 13 de febrero......... ahora que lo pienso.... salí un martes trece!, a las 10 de la mañana con un poco de llovizna partí de San Martín en bici por el camino de los siete lagos.
Al hacer unos kilometros me dí cuenta que no habia llevado agua para tomar (fundamental no olvidarse eso), asi que cuando pasé por un arroyo (arroyo Partido se llamaba) salí de la ruta, bajé al arroyo y tomé agua (luego noté que en esa zona abunda) , por suerte para mí, no para el lugar, alguien dejó tirada una botella de plástico que cargué con agua y seguí viaje.
Mas adelante pasé por el lago Machónico, ahí encontre a Rodrigo que iba hasta Esquel en bicicleta y venía de Junín de los andes (eso si que es lejos!) y seguimos juntos, mas adelante en el mirador de la cascada Vulliñanco lo encotramos a Pablo otro ciclista que nos invitó a comer paté con pan casero, aceptamos la invitación y ese fue nuestro almuerzo, Pablo nos contó que habia pasado la noche solo en un lago que no tenía nombre y tampoco área para acampar (eso reforzó mi pensamiento de que yo no estaba loco) después de comer seguimos el viaje los tres juntos, pasamos por los lagos Villarino y Falkner, (uno enfrente del otro), un poco después se terminó el asfalto y entramos en el tramo de ripio de la ruta, ya habiamos hecho la mitad del recorrido, la cosa se puso mas linda porque habia bajadas pronunciadas, ibamos rápido y no habia que pedalear.
Hicimos una parada corta en el lago Escondido, que tiene bien puesto el nombre porque si no me avisan sigo de largo, no lo ví, está rodeado de un bosque bastante espeso que lo esconde. Después de eso llegamos hasta el rio Pichi traful (para mi que estoy acostumbrado al rio Uruguay, eso era un arroyito) en Pichi traful Pablo y yo decidimos quedarnos a acampar en el brazo norte del lago Traful y Rodrigo siguio viaje para Esquel.
Esa fue la primera parte del viaje, la hicimos en seis horas, mucho...poco...no se, lo que si se es que muchas de las cosas que conocía solamente en los mapas, aparecieron adelante mio... inmensas, con colores, ruidos y olores!, esos lugares me hicieron pensar en la poca imaginación que tengo, que hay mucho para ver y que no importa si la subida es grande, lo importante es tener ganas de llegar al otro lado.
Bueno si te gustó el relato avisame y te cuento la segunda parte del viaje, tiene mas emoción! jaaaa.